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martes, 29 de enero de 2008

¡Ajústense los cinturones! La recesión está a punto de despegar

Igual el título no es cierto, pero lo cierto es que por las dudas las empresas ya se están ajustando los cinturones.
Desde hace más de una década la "fórmula" de la eficiencia en la empresa radica en la reducción de costes... ¿Hasta cuándo? ¿Y tú qué? ¿Serás parte de los costes reducidos? ¿Tu empresa se fusionará? ¿Tu puesto seguirá existiendo? Muchas preguntas em las que es mejor no pensar.
Lo cierto es que en épocas de recesión económica hay poco lugar para aquello que no entra en la categoría de "importante e indispensable", como me dijo un día un cliente en Argentina. Por ello, medir, medir y medir cada acción que emprendas se volverá la clave de tu éxito.
Lo cierto es que las empresas de mayor éxito, independientemente del sector al que pertenezcan, tienen una característica en común: su capacidad de innovación.
Empresas maduras, como VISA; empresas más jóvenes como MICROSOFT; o empresas casi incipientes y más cercanas a nosotros como ZARA, nacen con una gran idea a la que suman un excelente plan de negocios. Crecen y se desarrollan por tener una gran vocación por generar el contexto adecuado para que sus empleados puedan seguir proponiendo ideas, mejorando procesos, desarrollando nuevos servicios punteros. La innovación está en su genética y es su única constante.
Cabe aquí una reflexión: "i" pequeña de la I+D+i no es exclusiva de un departamento, sino que incluye o debe incluir a toda la organización. Cuantas más personas generen ideas de mejora, más será la capacidad de mejora de una empresa. Parece sencillo y básico, pero frecuentemente no se toma en cuenta. La responsabilidad de la "i" pequeña se le atribuye a un conjunto de personas que luego se encuentran con innumerables trabas de otros departamentos a la hora de implementar un nuevo proyecto. Además frecuentemente cuando la "i" recae en un departamento estamos hablando de innovación en productos y olvidándonos de la innovación en otros temas que tienen una mayor rapidez en la repercusión en el ROI de la empresa: procesos y servicios (incluyendo la experiencia del cliente).
Como Sub-Directora General de ING en España innovamos en los procesos de marketing a clientes, consiguiendo triplicar los resultados de las acciones y reduciendo en un 50% sus costes. En ningún momento hubo una innovación en productos, simplemente en cómo y a qué clientes llegábamos.
Estos resultados además de beneficiar a la organización, benefician a los responsables de área, porque ¿quién se atreve a reducirte el presupuesto si puedes demostrar lo bien invertido que está cada euro?
En Proceso-i ahora hemos desarrollado un sistema innovador para valorar al empleado. Una herramienta que le da a los departamentos de RRHH y a la Dirección General información clave sobre el ROI que tiene cada acción de formación y motivación. Un sistema que no existía en ningún departamento de RRHH y que sin embargo permitirá a sus directores justificar cada euro que se invierte en acciones con los empleados, para que por fin el marketing al cliente interno deje de ser un "coste fácilmente recortable".

lunes, 14 de enero de 2008

¿Eres innovador, creativo, analítico o planificador?

El cerebro humano, con cerca de 30 mil millones de neuronas, es el mayor ordenador jamás construido. Einstein solía decir que no utilizamos más del 10% de nuestra capacidad. Aumentar tal capacidad, o sea, ser más inteligente, más creativo, retener mejor, trabajar mejor y más rápidamente es un viejo sueño de la humanidad que se hace posible a medida que comprendemos mejor cómo funciona nuestro cerebro.

Estudios del comportamiento humano, realizado en forma independiente por Carl Jung, Ned Herrmann y Georgi Lozanov, establecieron la existencia de cuatro áreas de la corteza cerebral, responsables de una determinada forma de pensar, comunicarse con los demás, actuar, ver la vida y solucionar problemas. Ned Herrmann fue más allá, comprobando que cuando nacemos tenemos por lo menos un área “preferida” o “dominante”, dos secundarias y una terciaria. Las características de cada área están sintetizadas en el siguiente cuadro:




A su vez, el cerebro está dividido en dos hemisferios, uno izquierdo y el otro derecho. El hemisferio izquierdo es donde se “almacena” el pensamiento lógico, lineal y racional. El hemisferio derecho, por el contrario, tiene tendencia a ser menos lineal, más emotivo y creativo.

La dominancia cerebral por otro lado es flexible. Esto quiere decir que podemos tener una tendencia natural a ser más creativos, pero si las experiencias de vida nos llevan a ser más analíticos, terminaremos desarrollando el área analítica también y viceversa.

Conocer la dominancia cerebral de una persona permite explicar y entender las diferencias individuales, siendo una muy buena herramienta para mejorar la efectividad personal y organizacional. En cuanto a innovación se refiere, es claro que conocer la dominancia cerebral de las personas de un equipo te permite ayudarlas a desarrollar aquellas áreas que tienen menos desarrolladas o formar equipos con personas complementarias.

¿Quieres saber qué tipo de persona eres?

Una manera científica de conocerlo es a través del test desarrollado por Ned Herrmann. Si quieres más información sobre cómo hacer este test, ponte en contacto con alvaromelendez@proceso-i.com. Una manera “no científica” pero bastante acertada es saber que:

Aquellas personas con una preferencia por el cuadrante A (analítico) disfrutan del: golf, bricolage, modelismo, restauración de coches, caza, juegos electrónicos, juegos estratégicos, billar y ordenadores.

El perfil B (planificador) prefiere jugar a las cartas, la pesca, el tenis, bowling, remo, culturismo, jogging.

El perfil D (innovador) prefiere interpretar música, fotografía, escritura creativa, danza, bicicleta, esquí, la naturaleza, enología y paseos.

El perfil C (comunicador) disfruta de los viajes, le gusta escuchar música, la cocina, la literatura, la jardinería, las personas, jugar con niños, voluntariado, teatro y sobretodo una buena “charla” con una persona querida.

Probablemente encontrarás en esta lista que tienes un poco de cada uno de los perfiles y es porque como mencioné más arriba, tenemos una o dos áreas de preferencia pero luego tenemos otras secundarias o incluso terciarias. Para saber cuál es tu área de preferencia simplemente piensa con qué lista te identificas en más actividades. ¿Será la A, B, C o D?

Por otro lado, en las investigaciones de Herrmann sobre la dominancia cerebral en relación con las preferencias de trabajo estableció que éstas variaban de acuerdo con la dominancia cerebral de los individuos, concluyendo que ingenieros, financieros, analistas de sistemas y abogados tienden a ubicarse en el cuadrante A; mientras que en el B se ubican los administradores, contadores y planificadores operacionales. En el cuadrante C, se encuentran los trabajadores sociales, profesores (maestros), enfermeras, y finalmente en el cuadrante D, se ubican los artistas, empresarios, publicistas y planificadores estratégicos.

En una organización, un equipo formado por personas con diferentes modos de pensamiento será sumamente efectivo, pues logrará resultados en forma rápida, sin que sus miembros se desgasten teniendo que realizar tareas que por su preferencia cerebral les resulten complicadas, engorrosas o poco satisfactorias.

jueves, 3 de enero de 2008

El Proceso de Innovación

La Unión Europea ha estado muy preocupada por la diferencia de cultura de la innovación entre EEUU y Europa en su conjunto. Se han realizado múltiples estudios en los últimos años con el objetivo de entender cuáles son las razones que explican esa diferencia de actitud. Estas razones se mueven desde la órbita personal a la institucional. Algunas razones aducidas son:
· A nivel personal, se mantiene en EEUU un espíritu de “pionero” en el que el riesgo y un cierto individualismo son premiados por la sociedad.
· La movilidad personal en busca de una mejor situación profesional es apreciada y promovida desde el seno de las mismas familias a edades muy tempranas.
· A nivel institucional, existe mucho más capital riesgo que sirve de acicate para promover el lanzamiento de nuevas empresas innovadoras. Los fracasos de estas empresas no son “castigados socialmente” sino que suponen una forma de aprendizaje muy apreciado.
La actitud individual sobre la formación y la necesidad de disponer de los conocimientos adecuados está grabada en la forma de ser de los trabajadores norteamericanos que toman una actitud pro-activa ante la actualización de sus conocimientos.



El proceso de la innovación

Si bien existe por parte de la Unión Europea una vocación por crear y desarrollar una cultura innovadora tanto a nivel de países participantes como de empresas e individuos, está claro que en España aún carecemos de una inteligencia innovadora que nos permita integrar la innovación como parte de estrategia empresarial, aunque cada día se toma mayor conciencia de la necesidad de innovar. Las preguntas que se hace el empresariado son: ¿Cómo se crea la innovación y cómo se integra? ¿Cuáles son las claves de la innovación? ¿A qué precio hay que innovar?

Para mí la respuesta a la primera pregunta es evidente: la innovación se crea a partir de las personas. Por ello, en Proceso-i hemos desarrollado talleres de formación y herramientas para desarrollar el comportamiento innovador en las personas.

Por otro lado, he analizado la actitud y el ejercicio de innovar que tienen las empresas más punteras en el tema, con el fin de poder esbozar un proceso de innovación concreto. El objetivo del proceso debe estar orientado a utilizar los recursos (materiales y humanos) disponibles en la empresa, con el objetivo de aumentar la creación de nuevos conocimientos para así generar ideas originales y factibles, que permitan mejorar la rentabilidad.


Fases del proceso

Inquietud o inconformismo: en las empresas donde la innovación no es parte de la cultura, las ideas nuevas han tenido cabida solamente frente a situaciones de inquietud o inconformismo con una situación, por ejemplo, luego de una crisis. Ej.: Banco Santander “Queremos ser tu banco” en respuesta a ING Direct.
Identificación de problemas u oportunidades: esta quizá sea la fase más comprensiva del proceso, ya que puede ocurrir tanto que se identifiquen problemas dentro de la empresa, en el mercado o con los consumidores, como oportunidades al observar necesidades insatisfechas por el mercado. Aquí la capacidad de observación de los individuos y/o de la empresa y la sistematización del aprendizaje juegan un papel fundamental.
Imaginación: decía Albert Einstein que la imaginación es más importante que el conocimiento y desde mi experiencia en el proceso de creación, la imaginación es crucial. Si bien comúnmente se cree que la imaginación pertenece casi exclusivamente a las “mentes creativas”, en la empresa es posible crear las condiciones necesarias para causar un cambio en la manera en que el individuo procesa la información para así despertar un estado de conciencia diferente que provoque imaginar nuevas soluciones.
Investigación: una vez imaginada la solución, la fase de investigación es clave para el desarrollo de innovaciones rentables. No hay que olvidar que la innovación es una estrategia y no un objetivo en sí mismo, por lo que imaginada la solución para maximizar las posibilidades de éxito es preciso analizar su receptividad en el mercado.
Inteligencia + intuición: los datos que ofrezca la investigación se valoran, intentando determinar la viabilidad del negocio y su probabilidad de éxito. Sin embargo, no hay que olvidarse que “innovar” significa hacer algo diferente y ello conlleva riesgos. Por ello, a la hora de tomar decisiones con respecto a la innovación, tanto la inteligencia como la intuición tienen un papel similar.
Inversión: fase en la que se determina el monto de la inversión a realizar y se asignan los recursos necesarios para que el proyecto se complete en su totalidad.
Implementación: frecuentemente cuando un producto o servicio falla en el mercado, el fracaso se le atribuye al producto o servicio en sí. Sin embargo, la mejor idea si está mal implementada tiene una gran probabilidad de fracaso. Por el contrario, productos o servicios sin ninguna originalidad en su esencia pero con planes comerciales y de marketing rompedores, han logrado acaparar categorías. El mejor ejemplo es el ipod, en la categoría de los reproductores mp3.